17 dic 2014

TRAIN STATION


Hacía meses, tal vez años, que no iba a Madrid en tren. Estoy tan acostumbrada al dichoso coche que había olvidado lo agradable que es viajar de otra forma, en especial cuando no lo haces sola y a toda prisa para llegar puntual a la reunión de turno, sino rodeada de los tuyos, de los que más quieres, y con todo el día por delante.
Cuando era niña solía escaparme con mi abuela a la estación. Cada semana recorríamos la amplia avenida que nos separaba de los andenes mientras charlábamos animadas sobre mi día en el cole o las riñas con mamá y papá. Es curioso como, después de tanto tiempo, aún recuerdo aquel banco rojo de chapa en el que solíamos sentarnos a ver pasar los trenes, mientras devoraba mi "saco" de golosinas, de todos los colores habidos y por haber. Recuerdo todavía aquellas tardes y mi risa despreocupada y como, a solo un tren de marcharnos, mi abuela me decía "el penúltimo, cariño".
Cuántos trenes vi pasar de largo entonces... Y ahora, con unos años de más, cuántos dejaré marchar... Probablemente no soy la única que se plantee esto pero, ¿os habéis parado a pensar en lo que dejamos escapar? Cosas que ocurren delante de nuestras narices y que no sabemos ver. Infinidad de momentos que nos perdemos por estar demasiado ocupados en otros asuntos o, incluso, en nosotros mismos. Como cuando te quedas dormida, sin querer, sosteniendo algo, y al relajarte, la mano se abre, se escurre y se cae... Y no te das cuenta...

For months, perhaps years, was not going to Madrid by train. I'm so used to the damn car I had forgotten how nice it is to travel any other way, especially when you do not alone and in a hurry to arrive on time for the meeting of the day, but surrounded by yours, the ones you love, and with the whole day ahead.
When I was little I used to get away with my grandmother at the station. Each week touring the wide avenue that separated us from the platforms as we chatted animated about my day at school or quarrels with mom and dad. It's funny how, after so long, I still remember that red metal bench where we used to sit and watch the trains go by, she devoured my "bag" of treats, of all colors and have incurred. I still remember those afternoons and my carefree laughter and how, just a train leaving, my grandmother told me "the penultimate, honey."
I saw many trains pass by then ... And now, a few years more, how I let you go ... I'm probably not the only one that is raised but do you have stopped to think about what we miss? Things happening under our noses and we do not know see. Countless times we miss to busy with other matters or even ourselves. Like when you fall asleep unintentionally holding something, and to relax the hand opens, slips and falls ... And you do not realize ...


Sería justo dejar de lamentarse por lo que no hemos hecho y enfrentarlo, dejar de mirar las estrellas y centrarnos en lo que tenemos en frente, tomar consciencia de lo importante y comenzar a caminar... Porque ya es hora de poner en marcha los propósitos que te pusiste en esos días tranquilos. Al fin y al cabo, tenemos una nueva oportunidad para comenzar bien el año, ¿no?
It would be unfair not to regret what we have done and face , staring at the stars and focus on what we have in front, become aware of how important and start walking ...
Because it is time to implement the purposes that you set those quiet days. At the end of the day, we have a new opportunity to start your year, right?

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